miércoles, 23 de junio de 2010

Propósito de la Magia

Recientemente un amigo me trasladaba una inquietud que hice mía. El me preguntó por el objetivo de la Magia. Como estudiante de La Orden Hermética de la Golden Dawn AO y por tanto practicante de Magia –recordemos que la La Magia (Teurgia) es uno de los componentes del Trivium Hermeticum y forma parte del “Plan de estudios” de la Aurora Dorada- me apropié del cuestionamiento haciéndolo mío, fruto de lo cual realicé las siguientes reflexiones, que como siempre, no son definitivas.






Creo que para poder comprender plenamente cual es el propósito u objetivo de la Magia es necesario practicarla. Solo aquel que se aboca a su estudio y practica puede dimensionar, por conocimiento de causa, los efectos que tiene en su ser físico y espiritual y en el mundo que le rodea. Así que a mi amigo, y a todos aquellos que pudieran interesarse por la Magia les diría que estudien y practiquen, con humildad y sinceridad, por un tiempo prudencial, a fin de notar los efectos que produce.

Sin embargo, tratando de poner en palabras algo de mi comprensión sobre este asunto debo decir, con I. Regardie, que el objetivo de todas las formas de Magia –Enochiana, Qabalística, etc.- es “el despertar del hombre interno, su alineamiento con la consciencia y los poderes del universo que le rodea”. Así las cosas, la Magia permite al ser humano entrar en contacto con su dimensión trascendente y verdadera.


La Tabla Esmeralda, establece que lo de arriba es como lo de abajo, por tanto el Hombre, Microcosmos en el Macrocósmos, a través de la Magia y su método puede lograr el conocimiento de sí mismo y entrar en comunión con su Dios Interior y así armonizarse con la Fuerza Una, con el Cosmos y sus Leyes. Siendo el Hombre un reflejo del Macrocosmos encierra en sí las Leyes Universales que rigen la naturaleza y puede, a partir de tal conocimiento y de la práctica mágica influir en sí mismo, en su medio, y ser señor o artífice de su propio destino.

Ahora bien, no puede perderse de vista que este proceso de autoconocimiento, o de reconocimiento del Ser Verdadero que se logra con la Magia, esta comunión con el Genio Superior, si bien permite elevar la conciencia individual hacia los planos superiores de existencia hasta conquistar las alturas del mundo de Atziluth, y en virtud del principio del mentalismo, según el cual, todo es mente, o como afirma la física moderna, todo es vibración, repercute por resonancia, cual dos diapasones que se acercan, en toda la humanidad, elevando también su tasa vibratoria e invitándola a conquistar las mismas alturas.

Se verifica así lo expresado por los Muy Honorables Fratres y Sorores del pasado en los Fliying Rolls, cuando expresan que “el objetivo principal es lo que se llama Alta Magia o el desarrollo del lado espiritual de nuestra naturaleza en contraposición con la naturaleza puramente intelectual”. Este proceso, sin lugar a dudas, trae consigo el despertar de cualidades latentes en el Hombre.

Atendiendo a las consideraciones anteriores, podemos decir con Franz Hartmann “que Puede definirse la Magia como la ciencia que trata de los poderes mentales y morales del hombre y le enseña la posibilidad de regular los suyos y los ajenos. Para estudiar los poderes del hombre, es necesario saber qué es el hombre y su relación con el universo. Si debidamente lo investigamos hallaremos que los elementos componentes del hombre son en esencia los mismos que constituyen el universo, es decir, que el universo es el Macrocosmos y el hombre su fiel reproducción o Microcosmos”.

Estos “poderes” desarrollados le permiten lograr que se produzca un cambio, tanto a nivel físico como a nivel de la conciencia, de acuerdo con la voluntad, utilizando medios no comprendidos actualmente por la ciencia occidental tradicional, con el propósito de obtener el Conocimiento y la Conversación con el Santo Angel de la Guarda (Genio Superior) y/o de provocar un bienestar físico o no físico a él mismo o a otros. El Mago entonces se convierte en un artesano que puede modelar, a partir de su Voluntad, el Mundo.

 

Para concluir, diré que la Magia se yergue como el faro que puede guiar al ser humano hacia la consecución de la finalidad de su vida, permitiéndole realizarse a nivel espiritual, mental y material; pero también puede dirigir a la humanidad, como un solo cuerpo y un solo alma, a la conquista de la evolución colectiva del planeta, que nos permita armonizarnos con el plano superior y habitar “La Jerusalén celeste”.

La reintegración es posible. El Hombre puede regenerarse y ascender por las esferas del Arbol de la Vida hasta fundirse con la unidad, y la Magia y el Misticismo le proporcionan las herramientas para la consecución de este fin.

Bien Expresa Paul Foster Case, citando a Eliphas Levi:

“La Magia es la divinidad del hombre realizada en unión con la fe; los verdaderos Magos son Hombres-Dios en virtud de su intima unión con el principio Divino. No tienen miedos ni deseos; no los domina falsedad alguna, no participan en ningún error; aman sin ilusión y sufren sin impaciencia, reposando en la quietud del pensamiento eterno. Un Mago no puede ser ignorante, ya que la Magia implica superioridad, maestría, madurez, puesto que tal término designa la emancipación por el conocimiento. El Hombre-Dios no tiene derechos ni deberes, sino la ciencia, la voluntad y el poder. El es más que libre, es maestro, no ordena, crea; no tiene que obedecer, porque nadie puede mandarle. Lo que los Hombres llaman deber, él lo llama su grato placer; hace el bien porque lo desea y no quiere nunca otra cosa. Coopera libremente con todo lo que hace progresar la causa de la justicia, y para él el sacrificio es el lujo de la vida moral y la magnificencia del corazón. Es implacable hacia el mal, porque no hay en él ni el menor rastro de odio hacia los malvados. Considera el castigo inflingido como reparación, como benéfico y no contempla la idea de venganza”.

He aquí el ideal Mágico que debemos perseguir encarnar, y la Magia es el camino que nos lleva a él.

Fraternalmente in LVX

Frater L.A.M.